martes, 6 de junio de 2017

Queremos sumar, no restar por eso rehabilitamos muros





Lo conocí el año pasado en la reunión que hizo el municipio por la Agenda cultural. Me gustó como se presentó y lo que hacía ya que siempre te pica el bichito de saber quien está detrás de los muros graffitteados.
Se los presento, se llama Bruno Rosa y su nombre artístico es “Berde”, tiene 28 años, vive en Ciudad de la Costa e influenciado por la cultura Hip Hop, alrededor del 2006, siendo un adolescente, se hizo graffitero y su primer muro lo hizo en el 2007 en la calle Gestido y Alvear.

“Ese muro tiene la firma de más de 15 artistas y se hizo en una sola jornada que empezamos a las 10 de la mañana y terminamos a las 8 de la noche, previamente se prepara el fondo, lo pintamos para poder después graffittearlo. Eso te lleva mucho tiempo y esfuerzo y hasta revocamos el muro, pero conseguimos apoyos para lograrlo y después logramos el apoyo de la intendencia. Primero tenía un grupo de Rap que se llamó 221 crew (grupo) pero no sabíamos bien que era el Hip Hop”- Así explicaba Bruno.

Para hacer esta nota tuve buscar la definición de Hip Hop en Wikipedia y se caracteriza por cuatro elementos, los cuales representan las diferentes manifestaciones de la cultura: Rap (oral: recitar o cantar), turntablism o "DJing" (auditiva o musical), breaking (físico: baile) y graffiti (visual: pintura).

Bruno continuó explicando: -“Y por meterme en la parte del Rap descubrí el Graffiti, tenía alguna facilidad para el dibujo, me gusta la música, y mi primer muro después de armar varios bocetos, fue el que está en Gestido y Alvear en el 2007, en esa época no había tanto internet y nos rebuscábamos con algunas revistas y con algunos grafiteros más viejos. Br1 es mi apodo y hoy firmo Berde, así con B larga, pintamos en muros de terrenos baldíos, por lo menos los mejoramos. Lo bueno del Graffiti es que se respeta el lugar donde se pinta. Lo que tiene de pintar en la calle es que nunca sabes si eso va a quedar para siempre”. – resaltaba Bruno.

“Lo primero que veo es el muro, el motor principal, rehabilitar el espacio y ver tu nombre y tu graffiti. Le ves las dimensiones, si lo pintas solo o con otros y si es así, tiramos alguna temática ahora que tenemos más experiencia, antes íbamos con las latas y veíamos y pintabamos. Los primeros tiempos, me acuerdo, que después de ver unos documentales era “matate con el dibujo” y después “salí a pintar”. Las piezas improvisadas se llaman free style que es ver que pintura tenés y trabajar”.

Este singular graffittero da talleres del Mec hace un par de años en liceos como un taller formal y despierta mucho interés entre los jovenes y a través de la comuna en el centro de barrio Solymar norte que son gratuitos, uno para chicos y otro para adultos, con las técnicas del manejo del aerosol y preparación de murales. También pinta cuadros y hace intervención en vivo, en recitales, en la feria, en eventos, festivales, fiestas culturales, electrónicas, de tango y si lo contrata la organización a veces le dan la temática o una idea, o pinta libre, o lo que tenga que ver con el evento, es un arte muy espontáneo, expresivo y se requiere en lo posible de un espacio abierto ya que con los materiales con los que trabaja son tóxicos En el 2010 cursó Bellas artes y ahí encontró otras técnicas, óleo, acrílico, collage, mosaico que también lo puede aplicar tanto en los muros como en los cuadros. Hoy se encuentra trabajado en una investigación para realizar una muestra y combinar arte callejero con muestras de salón.

Es la segunda vez que arma el evento - La costa palpita hip hop – proyecto que se hizo a mediados de julio del año pasado, la primera etapa fue en El Bosque en marzo de 2015 y están gestionando para hacer la tercera este año. Lo organiza La Costa Wilde, que son tres integrantes y que cada uno también se dedica a otras cosas, por ejemplo, Bruno a las artes plásticas y al grafitti y que lo hacen para promover la cultura del Hip Hop en la costa, y para renovar muros del barrio. Con el proyecto también pueden conseguir más pintura, invitar gente y obtener recursos para poder hacer las cosas bien. Cada aerosol cuesta como 250 pesos aproximadamente y para estar tranquilo cuando hace un graffiti precisa mínimo 10 aerosoles e invitar a 15 artistas y a si mismo, ya le lleva muchísima plata. Hoy puede decir que vive de su arte.







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